El otro día hoy al Sr. Rajoy y a la Sra Merkel afirmar
tajantemente que sin reducción del déficit no hay crecimiento. Probablemente
muchos empezaran por llevarse las manos a la cabeza y defender el gasto público
como fuente de crecimiento. Y a partir de aquí empieza una guerra dialéctica en
la cual cada bando piensa que lo que afirma el otro son despropósitos. Y la
verdad es que desde un punto de vista teórico o científico la discusión no
puede ser más interesante, interés que aumenta dadas las circunstancias.
Como no soy economista no tengo
la solución a tal debate, pero intentare resumirlo a fin de aclarar un poco el
mismo para esa, gente que como yo a veces se puede sentir apabullada ante tanta
jerga económica tan de moda últimamente.
Había una vez, allá sobre 1929
una crisis muy gorda. Tras un fuerte periodo de especulación en el que todo
parecía que de color de rosa (los felices años 20) la burbuja pinchó, y trajo
consigo una fuerte crisis bancaria. La reducción del crédito y el fuerte
endeudamiento en activos que habían perdido su valor hizo que el consumo se
desplomase. (me suena de algo...) El caso es que como la economía privada
estaba muerta el presidente Roosevelt en la practica y el Sr. Keynes en la
teoría llegaron a la idea de que había que aumentar el consumo. Para ello
Roosevelt se apoyo en dos patas. La primera fomentando el consumo privado para
ello devaluó el dólar a fin aumentar las exportaciones. Además fomentó mediante
ayudas publicas y mediante la reducción de las jornadas laborales un decrecimiento
en la producción. Si había menos de todo los precios subieran y la inversión
volviera ser rentable. Por otro lado se aumentaron los salarios y se aseguraron
subsidios a fin de aumentar el poder adquisitivo de la población y permitirles
que pudieran volver a consumir. Por otro lado se llevaron importante obras
publicas, con esto no solo se contrataba a parados, que al tener un salario
consumían, sino que mejoraban la capacidad productiva del país haciéndole más
competitivo. Vemos por tanto que la salida a la crisis paso por un aumento del
gasto público. El éxito de estas teorías encumbraron la idea del gasto público
como salida a la crisis. Y de paso dotaron a la socialdemocracia de una teoría
económica que le permitía defender la idea de un estado del bienestar. Permitía
conciliar la economía liberal con los derechos obreros creando un vía
alternativa e intermedia entre capitalismo puro y la economía del llamado
socialismo real (comunismo para entendernos)
Pero si la solución es tan
sencilla y maravillosa ¿por qué no se aplica? Bueno por un lado la teoría
keynesiana perdió parte de su prestigio con la crisis del petróleo. En este
caso la crisis no se debió a una caída de la demanda sino de la oferta, al
subir los precios de la materia prima. En este caso aumentar el consumo no
sirvió de nada, fue necesario reducir costes. Es decir la teoría perdió parte
de su prestigio y de paso dejo tocada a la izquierda socialista. Pero lo cierto
es que la teoría keynesiana si se ha aplicado, pero mal. El gobierno de
Zapatero intentó asegurar cierto poder adquisitivo con las famosas ayudas de
los 400 €. Cantidad insuficiente para aumentar o mantener el consumo. Por otro
lado llevo a cabo un política de gasto y obras públicas mediante el famoso plan
E. Pero lo improvisado del plan, subvenciones a ayuntamiento que debían
gastarse en el año en algún proyecto extraordinario no contemplado en los
presupuestos hizo que buena parte del dinero acabase utilizado en cambiar
aceras o renovar mobiliario en lugar de inversiones productivas. Con lo cual lo
que debía ser una inversión pública acabo siendo un público despilfarro. Casi
diría que la medida de gasto más racional que llevo fue la inversión en
regalarnos una bombilla a cada uno. Aumenta el gasto y reduce el consumo eléctrico,
lo malo es que estaban fabricadas en China, y se trababa de aumentar la demanda
de nuestra fabricas.
Pero independientemente de los
errores en la aplicación de la teoría keynesiana, ¿por que no se sigue
aplicando y se defiende frenar el gasto público? Pues por miedo a una cosa
llamada efecto expulsión o “crowding out”. Y esta cosas rara ¿qué es?
Simplificando mucho es un efecto por el que el aumento del gasto público reduce
el gasto privado. Más o menos funciona así; el estado decide gastar dinero para
estimular la economía, como no tiene liquidez decide emitir deuda, al emitir
mucha deuda suben los tipos de interés de la misma hasta que es atractiva, en
una situación de crisis muchos inversores dejan de invertir en el sector
privado (depósitos bancarios, ampliaciones de capital en bolsa o simplemente
montar negocios) para invertir en deuda pública, la cual no se solo se vuelve
enormemente rentable sino que además es segura. Consecuencia baja la inversión privada y la económica
encoge ¿Ejemplo de crowding out? Muy fácil el BCE esta prestando dinerales a la
banca privada para estimular el crédito privado, en cambio la banca prefiere
invertir en deuda pública que es más segura y rentable. Por tanto aquí no
encontramos en un juego de equilibrios, en una parte el aumento del gasto
público hace subir el balancín económico, en el otro el interés de la deuda lo
hace bajar. la pregunta es ¿qué pesa más en cada momento? Pero mi avispado
lector se ha dado cuenta sin duda de una cosa. He descrito el efecto expulsión
como una consecuencia de la deuda emitida por un aumento del gasto y ahora no
aumentamos el gasto sino que lo disminuimos, en cambio el interés de nuestra
deuda no para de subir. En efecto, esto significa una cosa; estamos jodidos. O
nos están jodiendo, que no es lo mismo. Al fin y al cabo una pincelada de
optimismo; en 2010 nuestra deuda es de cerca del 60%, (lo máximo que recomienda
la UE) mientras que la de Alemania o
Francia de casi un 85% o la de Italia de 120%. No estamos tan bien como por
ejemplo Bulgaria (16%) pero estamos mejor que nuestros vecinos ricos.
Entonces; tenemos que gastar para
que crezca la economía, pero no podemos gastar por que nos endeudamos. ¿qué
hacemos? Pues la cuadratura del circulo gastar más sin endeudarnos. ¿cómo? Con
recursos propios, es decir; aumentando los impuestos. Es impopular y a corto
plazo puede ser malo, pero a medio plazo gracias a una cosa llamada “efecto
multiplicador de PIB” (de esto alo mejor hablo otro día que en este artículo no
me cabe) la economía crece al aumentar el gasto vía impuestos. ¿Y que
impuestos? Pues en primer lugar a las rentas altas ya que penaliza menos el
consumo y por otro lado penalizando el capital que no genere un aumento de la
producción. Y hasta aquí la reflexión económica del día. Y si ha llegado hasta
aquí leyendo, gracias por su paciencia.
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