miércoles, mayo 30, 2012
Gracias
Queridos lectores; quiero mostraros mi agradecimiento
por el hecho de que este blog superase hace poco las 500 visitas. Quizás no
sean muchas, pero siendo positivos las grandes audiencias no las tienen los
documentales sino la telebasura. Pero lo importante no es mucho o poco; es algo.
Que alguien dedique parte de ese tiempo del que todos andamos tan escasos a
leerle a uno es un autentico regalo. Por ello muchas gracias a todos los que
han dedicado un rato a leerme, sean amigos, conocidos o desconocidos. Gracias a
vosotros sigo con ilusión para escribir este blog. Gracias a esas 299 visitas
de España, las 127 de Alemania, 33 rusas, 30 estadounidenses, y unas cuantas de
México, Reino Unido, Países Bajos, Perú, Colombia y Taiwán.
Gibraltar
¿Qué es Gibraltar? Como cada vez
tengo más lectores de otros países comenzare aclarando que Gibraltar es un
peñón situado al sur de España, en el estrecho de Gibraltar. Dicho territorio
mide apenas 6 Km. de largo y 1.5 de ancho y se encuentra unido a la península
Ibérica por un istmo, es pues una diminuta península de la península ibérica.
Gibraltar además es hoy en día
una colonia británica. De hecho es uno de los últimos diesiete territorios no
autónomos que reconoce la ONU, (10 de ello bajo control británico) y el último
de Europa.
Pero volviendo a la pregunta
inicial ¿qué es Gibraltar? Diré que para España Gibraltar es algo así como una
fístula anal. O en Román paladino un grano en el culo, no te impide hacer vida
normal, pero te fastidia. De hecho es como si pesase una maldición para España
en relación con Gibraltar, ya el dicho grano ha tendido a dar problemas a lo
largo de la historia. Si bien el Reino visigodo ya había tenido algún rifirrafe
con el imperio bizantino por el control de Gibraltar el primer problema serio
nos lo dio allá por el año 711. En aquel año Tarik se asienta en Gibraltar
(según la leyenda ayudado por el Conde Julian, gobernador de la Ceuta visigoda,
que andaba enfadado con el Rey por unos asuntos poco nobles con su hija). Así
que por Gibraltar se perdió la península ibérica en manos musulmanas. No se
recupera hasta 1309 tras un asedio al parecer algo penoso, no obstante vuelve a
dominio musulmán en 1333 y no es recuperado hasta 1462 por el Duque de
Medina Sidonia. En el año 1493 pasa a ser de dominio real tras comprarlo los
Reyes Católicos al marques de Cádiz. Tan importante le pareció a Isabel de
Castilla este minúsculo territorio que ordena al respecto en su testamento “que
siempre tengan en la Corona la dicha ciudad, y no la den ni enajenen ni
consientan dar ni enajenar cosa alguna de ella” No quedaría ahí la cosa
siendo atacada la plaza pro Barbarroja en 1540 y por los holandeses en 1607.
Pero nuestros problemas actuales
arrancan en 1713 cuando España se ve obligada a ceder Gibraltar a los ingleses.
Los hecho son conocidos, muerto el Rey de España sin sucesión se inicia una
guerra por el trono español en la que se enzarzan las potencias europeas. Al
final, con victoria francesa, Gibraltar, entre otras posesiones, fue el precio de
tener un rey Borbón en lugar de un rey Hasburgo.
Y desde entonces el calvario.
España ha sido incapaz de retomar tan minúscula posesión, no parece que una
superficie tan pequeña debiera ser un problema. Pero lo es. A lo largo de la
historia ha servido para tener al enemigo en la puerta de casa. A medida que
las relaciones con el Reino Unido se pacifican aparecen o persisten otros
problemas. Es un tradicional enclave para el contrabando, un paraíso fiscal,
sirve de puerto para submarinos nucleares, cada vez que Inglaterra tiene un
conflicto es un objetivo que amenaza con llevar una guerra ajena frente a las
costa españolas (véase la operación Algeciras en la guerra de las Malvinas) e
impide un control efectivo del estrecho por parte de España. En definitiva un
problema militar, económico y político.
Y ahora de nuevo; pesquero. El
problema puede parecer baladí, total unos cuantos pescadores españoles no
pueden pescar con libertad en una aguas disputadas entre dos países socios de
la UE y aliados de la OTAN. Pues no parece para tanto. No entraré a dilucidar
el tema de la propiedad de las aguas, tema espinoso por la aparente
contradicción del tratado de Utrech, la Convención sobre el derecho del mar y
la interpretación de los Art. 3 y 15 de la misma. Pero quiero recordar un
incidente parecido; la llamada “Guerra del Fletan” Por una disputa “tonta” sobre
la zona de pesca entre España y Canadá, un pesquero español acabo ametrallado y
capturado por las fuerzas canadienses, los pescadores españoles llegaron a
atacar los barcos canadienses con cocteles molotov y España tuvo que mandar
barcos de guerra a defender a sus pescadores de la armada canadiense, mientras,
Canadá barajaba un ataque aéreo contra nuestros barcos. (por cierto para la
prensa británica, como no, los malos éramos los españoles)
Y ¿cual es la solución momentánea
del gobierno español? Pues que los pescadores negocien con Gibraltar. Solución,
si se el puede llamar así, un tanto pobre. De acuerdo que España por una cuestión
puramente de poder militar no puede permitirse un enfrentamiento directo con
Reino Unido. Pero ¿que pasa si nuestros pescadores tiene un incidente grave?
Por otro lado si según nuestro
gobierno esas aguas son nuestras, ¿qué hay que negociar? ¿Que legitimidad tiene
el gobierno gibraltareño, si es un gobierno colonial, que ocupa un territorio
español? Lo único valido y sensato en este caso seria un arbitraje internacional
que dilucidara la propiedad de las aguas en disputa.
Pero no olvidemos que Gibraltar es
una colonia y por tanto la única solución definitiva es la descolonización efectiva
del Gibraltar y su devolución a España. Y no nos dejemos engañar por el
argumento británico de un referéndum, la población de Gibraltar no son los autóctonos
sino los colonizadores, la población gibraltareña autóctona fue expulsada de Gibraltar
y asentada en San Roque.
Aunque quiza la verdadera solución pase por tener voluntad de vivir en paz, españoles y britanicos. Si bien hemos tenido muchas diferencias hemos demostrado que somos capaces de vivir juntos y en paz en el seno de Europa. De ser enemigos hemos pasado a ser amigos a que cada uno de nuestros paises sea uno de los destinos preferidos del otro.
Aunque quiza la verdadera solución pase por tener voluntad de vivir en paz, españoles y britanicos. Si bien hemos tenido muchas diferencias hemos demostrado que somos capaces de vivir juntos y en paz en el seno de Europa. De ser enemigos hemos pasado a ser amigos a que cada uno de nuestros paises sea uno de los destinos preferidos del otro.
lunes, mayo 21, 2012
Crecimiento economico ¿gasto público sí o gasto público no?
El otro día hoy al Sr. Rajoy y a la Sra Merkel afirmar
tajantemente que sin reducción del déficit no hay crecimiento. Probablemente
muchos empezaran por llevarse las manos a la cabeza y defender el gasto público
como fuente de crecimiento. Y a partir de aquí empieza una guerra dialéctica en
la cual cada bando piensa que lo que afirma el otro son despropósitos. Y la
verdad es que desde un punto de vista teórico o científico la discusión no
puede ser más interesante, interés que aumenta dadas las circunstancias.
Como no soy economista no tengo
la solución a tal debate, pero intentare resumirlo a fin de aclarar un poco el
mismo para esa, gente que como yo a veces se puede sentir apabullada ante tanta
jerga económica tan de moda últimamente.
Había una vez, allá sobre 1929
una crisis muy gorda. Tras un fuerte periodo de especulación en el que todo
parecía que de color de rosa (los felices años 20) la burbuja pinchó, y trajo
consigo una fuerte crisis bancaria. La reducción del crédito y el fuerte
endeudamiento en activos que habían perdido su valor hizo que el consumo se
desplomase. (me suena de algo...) El caso es que como la economía privada
estaba muerta el presidente Roosevelt en la practica y el Sr. Keynes en la
teoría llegaron a la idea de que había que aumentar el consumo. Para ello
Roosevelt se apoyo en dos patas. La primera fomentando el consumo privado para
ello devaluó el dólar a fin aumentar las exportaciones. Además fomentó mediante
ayudas publicas y mediante la reducción de las jornadas laborales un decrecimiento
en la producción. Si había menos de todo los precios subieran y la inversión
volviera ser rentable. Por otro lado se aumentaron los salarios y se aseguraron
subsidios a fin de aumentar el poder adquisitivo de la población y permitirles
que pudieran volver a consumir. Por otro lado se llevaron importante obras
publicas, con esto no solo se contrataba a parados, que al tener un salario
consumían, sino que mejoraban la capacidad productiva del país haciéndole más
competitivo. Vemos por tanto que la salida a la crisis paso por un aumento del
gasto público. El éxito de estas teorías encumbraron la idea del gasto público
como salida a la crisis. Y de paso dotaron a la socialdemocracia de una teoría
económica que le permitía defender la idea de un estado del bienestar. Permitía
conciliar la economía liberal con los derechos obreros creando un vía
alternativa e intermedia entre capitalismo puro y la economía del llamado
socialismo real (comunismo para entendernos)
Pero si la solución es tan
sencilla y maravillosa ¿por qué no se aplica? Bueno por un lado la teoría
keynesiana perdió parte de su prestigio con la crisis del petróleo. En este
caso la crisis no se debió a una caída de la demanda sino de la oferta, al
subir los precios de la materia prima. En este caso aumentar el consumo no
sirvió de nada, fue necesario reducir costes. Es decir la teoría perdió parte
de su prestigio y de paso dejo tocada a la izquierda socialista. Pero lo cierto
es que la teoría keynesiana si se ha aplicado, pero mal. El gobierno de
Zapatero intentó asegurar cierto poder adquisitivo con las famosas ayudas de
los 400 €. Cantidad insuficiente para aumentar o mantener el consumo. Por otro
lado llevo a cabo un política de gasto y obras públicas mediante el famoso plan
E. Pero lo improvisado del plan, subvenciones a ayuntamiento que debían
gastarse en el año en algún proyecto extraordinario no contemplado en los
presupuestos hizo que buena parte del dinero acabase utilizado en cambiar
aceras o renovar mobiliario en lugar de inversiones productivas. Con lo cual lo
que debía ser una inversión pública acabo siendo un público despilfarro. Casi
diría que la medida de gasto más racional que llevo fue la inversión en
regalarnos una bombilla a cada uno. Aumenta el gasto y reduce el consumo eléctrico,
lo malo es que estaban fabricadas en China, y se trababa de aumentar la demanda
de nuestra fabricas.
Pero independientemente de los
errores en la aplicación de la teoría keynesiana, ¿por que no se sigue
aplicando y se defiende frenar el gasto público? Pues por miedo a una cosa
llamada efecto expulsión o “crowding out”. Y esta cosas rara ¿qué es?
Simplificando mucho es un efecto por el que el aumento del gasto público reduce
el gasto privado. Más o menos funciona así; el estado decide gastar dinero para
estimular la economía, como no tiene liquidez decide emitir deuda, al emitir
mucha deuda suben los tipos de interés de la misma hasta que es atractiva, en
una situación de crisis muchos inversores dejan de invertir en el sector
privado (depósitos bancarios, ampliaciones de capital en bolsa o simplemente
montar negocios) para invertir en deuda pública, la cual no se solo se vuelve
enormemente rentable sino que además es segura. Consecuencia baja la inversión privada y la económica
encoge ¿Ejemplo de crowding out? Muy fácil el BCE esta prestando dinerales a la
banca privada para estimular el crédito privado, en cambio la banca prefiere
invertir en deuda pública que es más segura y rentable. Por tanto aquí no
encontramos en un juego de equilibrios, en una parte el aumento del gasto
público hace subir el balancín económico, en el otro el interés de la deuda lo
hace bajar. la pregunta es ¿qué pesa más en cada momento? Pero mi avispado
lector se ha dado cuenta sin duda de una cosa. He descrito el efecto expulsión
como una consecuencia de la deuda emitida por un aumento del gasto y ahora no
aumentamos el gasto sino que lo disminuimos, en cambio el interés de nuestra
deuda no para de subir. En efecto, esto significa una cosa; estamos jodidos. O
nos están jodiendo, que no es lo mismo. Al fin y al cabo una pincelada de
optimismo; en 2010 nuestra deuda es de cerca del 60%, (lo máximo que recomienda
la UE) mientras que la de Alemania o
Francia de casi un 85% o la de Italia de 120%. No estamos tan bien como por
ejemplo Bulgaria (16%) pero estamos mejor que nuestros vecinos ricos.
Entonces; tenemos que gastar para
que crezca la economía, pero no podemos gastar por que nos endeudamos. ¿qué
hacemos? Pues la cuadratura del circulo gastar más sin endeudarnos. ¿cómo? Con
recursos propios, es decir; aumentando los impuestos. Es impopular y a corto
plazo puede ser malo, pero a medio plazo gracias a una cosa llamada “efecto
multiplicador de PIB” (de esto alo mejor hablo otro día que en este artículo no
me cabe) la economía crece al aumentar el gasto vía impuestos. ¿Y que
impuestos? Pues en primer lugar a las rentas altas ya que penaliza menos el
consumo y por otro lado penalizando el capital que no genere un aumento de la
producción. Y hasta aquí la reflexión económica del día. Y si ha llegado hasta
aquí leyendo, gracias por su paciencia.
lunes, mayo 14, 2012
La razón de ser: empresa y estado
Últimamente oigo una idea muy
repetida, como si una tremenda preocupación asaltase al país y la sociedad
entera. Y tan tremenda preocupación fuese vencida por una idea que anda en boca
de todos. Hoy día poca preocupación mayor que el déficit de las administraciones
públicas. Todo el mundo se sorprende del gasto que provoca en déficit que tanto
problemas parece dar a este y otros países. Y todo el mundo llega a una misma
conclusión, el estado y las empresas públicas no pueden perder dinero. El
sector publico tiene que ser rentable, de esta manera no habrá déficit y todos
lo males habrán sido exorcizados.
Quiero reflexionar sobre tan
controvertido asunto y como toda reflexión profunda, o por lo menos que aspire
a llevar el nombre de reflexión, ha de ir al fondo de la cuestión. No puede
haber buena reflexión que no se remonte antes o después al principio de las
cosas, a su esencia. Y siendo yo amante del orden comenzare pues por las
esencias para después ir caminando hacia lo que espero sea una conclusión.
Comencemos pues analizando el
carácter ontologico de tres conceptos; empresa, estado, entendido este como
todo lo público, y organización sin animo de lucro. Es decir los tres grandes sectores económicos del país, el privado
el público y el tercer sector.
Por su propia definición una empresa en una organización
dedicada a producir bienes y servicios, el la institución encargada de generar
riqueza. Y un sistema capitalista como el que vivimos la empresa es creada por
un empresario con el fin de obtener una renta. Es por tanto parte de su
naturaleza el ser rentable, el proporcionar un beneficio económico a su dueño,
que ha arriesgado su capital par poder ponerla en marcha.
El estado, lo público, es eso público. Es decir no
pertenece a nadie y nos pertenece a todos. Es un ente creado con el fin de
solucionar los problemas sociales, los problemas comunes que conciernen a toda
la sociedad. Y como solucionar problemas requiere recursos, esos recursos son
proporcionados por la propia sociedad vía impositiva. La cantidad de problemas
que el estado ha de resolver ha ido creciendo, y si bien en un origen se
limitaba a organizar la defensa militar y la convivencia mediante leyes, hoy
realiza funciones casi infinitas, como infinitos son los problemas de una
sociedad.
Las organizaciones sin animo de lucro son aquellas
organizaciones formadas por individuos que comparten algún tipo de
preocupación. Siendo conscientes de que existen problemas que no son atajados o
no lo son suficientemente, por el estado intentan paliar dichas problemáticas.
Su objeto por tanto al igual que el del estado es la prestación de servicios.
El coincidir en ocasiones con el estado en sus objetivos hace que a menudo se
establezcan relaciones de colaboración entre ambos, aportando ambos medios para
un mismo fin. De esta manera el estado ahorra y la ong de turno cumple su
cometido.
Vemos pues que ni la razón de ser del estado ni la de las
ong es obtener rentabilidad, sino solucionar problemas sociales a los que todos
o buena parte de los individuos no podrían enfrentarse por si solos.
Por ello me pregunto, ¿hacemos bien en pedirle al estado
que sea rentable? Pidiéndole cosas que van contra su naturaleza, ¿no le
estaremos pidiendo peras a un olmo? No digo con ello que el estado no haya de
gestionar con todo el cuidado del mundo los recursos, pues nada ha de cuidarse
más que lo que es del común. Más no podemos olvidar que su finalidad no es
ganar dinero sino solucionar problemas. Si el estado buscase el beneficio a
costa de la solución de problemas, ¿no estaría desvirtuando su propia
naturaleza? ¿No estaría dejando de ser estado para ser empresa? De modo que
cuando constantemente se nos insiste en la rentabilidad del estado, se nos
insiste en un despropósito, en una contradicción de base. Por eso señores, lo
público no ha de ser rentable sino eficaz. La razón de ser por ejemplo de la
sanidad publica no es la rentabilidad, si así fuera dejemos morir a las clases
pasivas y enfermos crónicos. La razón de ser de la sanidad pública es velar por
la salud que a todos nos falta antes o después. Una policía no ha de ser
rentable a base de multas, sino que ha de ser garante de la seguridad. Ídem
justicia, educación, servicios sociales, medio ambiente, transporte y todas las
actividades de un gobierno. La rentabilidad de todo aquello que no son empresas
no se mide en su cuenta de perdidas y ganancias, se mide en los problemas que
solucionan. Y aunque a veces no lo parezca son muchos los problemas que
soluciona. Piense, si acaso su autobús aparece por arte de magia o si su basura
se recoge sola.
miércoles, mayo 02, 2012
Europa se la juega en Grecia
El seis de mayo, como toda persona que siga las noticias
se habrá enterado hay elecciones en Francia. Son unas elecciones que suponen
una importante elección en Europa, la continuidad de una austeridad que no ha
logrado sacarnos de la crisis ni resolver los problemas de deuda o el cambio
hacia políticas más expansivas que pueden llegar a aumentar el problema de la
deuda a cambio de un hipotético crecimiento económico. No es un asunto baladí.
Pero hay un acontecimiento que me preocupa más y que también se producirá el
día seis. Las elecciones en Grecia. ¿Y por qué me preocupan? Pues muy sencillo,
por que es el país con una situación más delicada en toda Europa. Rescatado
internacionalmente, con unos recortes de derechos sociales sin precedentes y
con las calles inflamadas por las protestas. Y aun más por los resultados
electorales vaticinados por los sondeos.
Según diversos sondeos, parece
que hay una cosa clara; las elecciones las ganara el partido de centro derecha
seguido del partido de centro izquierda. Hasta aquí nada extraño, dos grandes
partidos de “centro” dominan el panorama político. Pero hay algo preocupante en
que también coinciden los sondeos. En primer lugar entraran varios partidos
políticos que hasta ahora no tenían representación el parlamento griego y en
segundo lugar que algunos de esos de eso partidos serán de carácter “radical”.
De hecho posibilidades de que partidos cercanos al nazismo consigan escaños,
mientras que por otro lado el partido comunista podría doblar sus apoyos. De
momento que aumente el número de partidos en el parlamento no es malo, y ni es
malo que aumente el voto no centrista. Por lo menos a corto plazo. ¿pero y a
medio o largo plazo?
Para la estabilidad de un sistema
democrático hay dos fenómenos a tener en cuenta, la polarización del sistema de
partidos y la posible atomización del mismo.
-
Por polarización entendemos un fenómenos en el que las
posiciones sociales y de determinados partidos de radicalizan impidiendo que
sea posible llegar a acuerdos básicos lo que genera enfrentamiento político. El
aumento de partidos radicales puede indicar que algo así este pasando en las
posiciones ideológicas de la población.
-
Por atomización nos referimos al fenómeno en el que en un
parlamento hay gran cantidad de pequeños partidos políticos lo que dificulta la
formación de gobiernos estables o simplemente de gobiernos.
En definitiva que se den estos
fenómenos de manera combinada puede llegara poner en peligro la estabilidad de
la Republica Helénica, es decir poner en peligro la propia existencia de la
Republica. El ejemplo histórico típico es la caída de la Republica de Weimar y
el ascenso del nazismo. En las elecciones del 1932 había en el parlamento
representados 14 partidos políticos y a pesar de que el parido nazi solo tenia
el 37% de los escaños de hizo con el poder y acabo con la democracia.
Pero analicemos el asunto desde
otro enfoque diferente. A la pregunta que hace que un sistema político sea
estable bien podemos responder con el simple y no por ello menos eficaz modelo
de Lipset. Para Lipset la estabilidad de los sistemas políticos depende de dos
variables; la legitimidad institucional o ideológica y la legitimidad por
rendimientos. La legitimidad institucional hace referencia a que la población
este convencida de que el sistema político es justo y acorde sus valores, al
convencimiento de que su sistema es el mejor. La legitimidad por rendimientos
se refiera a la medida en que el sistema satisface las expectativas de sus
ciudadanos, es decir es un gobierno eficaz.
Y a día de hoy la eficacia, el
rendimiento de los gobiernos en parte de Europa esta cuestionada por la gran
cantidad de recortes en derechos sociales. La expectativa de los ciudadanos
nacidos en un estado del bienestar de que siempre iban a disfrutar de
determinados servicios y derechos sociales se desmorona. El estados europeos no
han estado a la altura. Por otro lado el nacimiento de movimientos sociales
como el 15 M es España, que tan buena acogida a tenido en otros países como
Grecia, indican un claro descontento con los sistemas democráticos de Europa
occidental (y en cierto modo también el auge de partidos de extrema derecha en
buena parte de Europa). En definitiva las democracias europeas pierden
legitimidad institucional y por rendimiento, lo que pone en peligro la
existencia de dichas democracias tal y como las conocemos hoy.
No quiero decir con esto que mañana vayan a estallar una serie de
revoluciones en Europa, la situación no parece a priori tan critica. Tampoco
quiero decir que la democracia griega vaya a desaparecer tras estas elecciones.
Desde luego la situación griega dista bastante de ser similar a de la Alemania
de 1932. Lo quiero expresar es que hay síntomas de que las democracias europeas
están entrando en un periodo de crisis política que pone en peligro su
estabilidad medio plazo. La gente tiene cada vez menos confianza en las
instituciones políticas, ninguna confianza en sus políticos y sus condiciones
de vida se deterioran más y más. Algo similar paso ya en la décadas de 1920 y
1930 en las que las instituciones políticas se encontraban en una importante
crisis, que la crisis económica del 29 agudizo. La salida de dichas crisis fue
la caída de muchas democracias y el auge de dictaduras fascistas o
protofascistas. La nueva configuración de los sistemas parlamentarios y la
creación del estado del bienestar tras la II guerra mundial querían evitar que
se repitiera la situación. Pero parece que el modelo de posguerra se
desquebraja. Por ello Europa se juega su futuro, no solo en una Francia fuerte
en la que crecen tanto la derecha radical como la izquierda menos moderada,
sino sobre todo en Grecia y los países en que realmente la situación política y
social es más grave.
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