martes, junio 11, 2013

El tamaño importa


El tamaño importa. Y qué no me digan lo contrario, es así. ¿Acaso es igual beberse un botellín de quinto (20 cl) que una “litrona” (1 L)? ¿verdad que no? Porque es precisamente de lo que vamos a hablar hoy aquí; de cerveza.

Y es que llega el verano con el verano las ganas de beber cerveza como el que bebe agua. Y aquí nos encontramos ante un grave problema. Entrar a un bar y pedirte una cañas es como jugar a la ruleta, a saber que te toca. Y es que hay bares que al pedir una caña te ponen el típico “vaso de caña” otros que te ponen una copita, otros una señora copa, otros una pequeña jarrita etc. Vamos que es imposible saber que te pides salvo que ya conozcas el bar.  Puede parecer un tema baladí pero no lo es. Estamos ante un caso en que utilizamos una medida que no sabemos cuanto mide. ¿se imagina ir a la frutería pedir un kilo de peras y que en un a frutería el kilo fuera 800 gr., en otra 1.000 y en otra 950? Bueno depende de la frutería puede que el kilo que le pongan sea algo escaso en la realidad o que le toqué el clásico frutero para el que su afán de vender haga que el kilo sea siempre de 1.100-1.200 gramos. Pero aceptemos que esto es la excepción. La falta de regulación sobre que es una caña, sobre cual es la capacidad de esa medida, hace que nos encontremos a la hora de pedir una cerveza como en tiempos anteriores al sistema métrico. En todos los sitios medimos en varas pero una vara mide una cosa en cada pueblo.

Y sinceramente está situación no me parece aceptable en un país como España. Estamos en un país que es el décimo país productor de cerveza del mundo (curiosidad el primero es China) y cuarto de la UE. Estamos en torno al puesto 12 en consumo mundial per capita y no sólo eso; somos el país que más turistas extranjeros recibe. Es decir que para nosotros el sector hostelero es de carácter estratégico, no sólo por su peso en la economía sino por ser un sector intensivo en la ocupación de mano de obra, y no vamos precisamente sobrados de trabajo. Pues bien la mayor parte de nuestros turistas provienen de países con gran consumo de cerveza. ¿Qué imagen cree que se lleva un inglés al darse cuenta que en cada bar le sirven una cosa? Sin duda pensara que le estamos timando. Y es que en el resto de Europa estas cosas no pasan. No hace falta viajar mucho, sencillamente entre usted en el bar irlandés de la esquina. La medida es estandar; una pinta o media pinta. No tengo ni idea que es una pinta en el sistema métrico decimal pero si me he dado cuenta que una pinta siempre es un pinta igual que medio litro es medio litro.

Y esto sólo si hablamos de la cantidad de la caña. Porque no estaría mal darle un impulso al sector cervecero de este país, como digo aunque sólo sea por el turista. En un primer lugar supongo que a un europeo debe sorprenderle bastante la diversa medida de los botellines; 20 cl en bar, 25 si lo compras en supermercado y 33 (el famoso tercio) raramente. La verdad entiendo que en un país tan caluroso como España la cerveza se calienta y tenemos preferencia por pequeñas cantidades que puedan consumirse sin que les de tiempo a calentarse. Aun así seamos sinceros un botellín de 20 es francamente pequeño y el típico vaso de caña casi sería un chupito. Lo normal en cualquier otro país europeo es el tercio. Pero aun así, pase por cuestiones climáticas.

Pero lo que es de risa es la información sobre la cerveza. Cuando uno coge una cerveza, al igual que cuando coge un vino, esperaría encontrar algún tipo de información sobre que tipo de cerveza es. Máxime un turista acostumbrado a tener a su disposición  quince o veinte variedades diferentes de cerveza. Pero esa información en la etiqueta de la cerveza no aparece ni por asomo. La verdad no me sorprende demasiado ya que la mayor parte de la cerveza industrial de este país son Pilsner o imitaciones de Pilsner. Lo que me sorprende más es intentar buscar esta información en la web de alguna cervecería y no encontrarla (eso sí te anunciaran todo el calendario de festivales de música y partidos de fútbol del verano, en este país más que cerveceras tenemos empresas de patrocinio de eventos) sin duda la industria no parece muy interesada en crear cultura cervecera en España. Pero al menos uno, esperaría poder leer tranquilamente los ingrediente en castellano y ver si lleva varias malta, de que tipo, si se ha utilizado algún tipo de cereal que no sea la cebada etc. En cambio al leer los ingredientes uno ve sorprendido la indicación “contiene malta de cebada”. ¡Que interesante! Tan interesante como que me indiquen que un coche tiene ruedas. ¿Acaso toda la cerveza no lleva malta de cebada? (Vale que hay alguna excepción pero son las menos e incluso podríamos discutir que se trate realmente de cerveza) Menos mal que algunas marcas gracias a su actividad exportadora te incluyen también los ingrediente en portugués. Se ve que la legislación de nuestros vecinos es algo más exigente en lo que al etiquetado de productos alimenticios se refiere. En fin la cultura cervecera en España es pobre, hay que reconocerlo, aquí en lugar de unas bebida con cierto “prestigio” es poco menos que un refresco para verano. Por su puesto hay excepciones y están surgiendo microcervecerias y empresas de cerveza artesana. Algo se empieza a mover no sólo para satisfacción de nuestro querido turistas sino también para el bebedor patrio.  Pero aunque la variedad sea casi nula, que no sepamos de que carajo está hecho lo que nos estamos bebiendo, que bebamos la cerveza a sorbitos ¡al menos que sepamos que cantidad de cerveza es una caña!


Así pues aunque parezca descabellado pido desde aquí públicamente al Gobierno de España que saque una orden ministerial regulando la cantidad de cerveza que debe de tener un caña. En fin no me parece que sea tan difícil de hacer y creo que sería una medida positiva para el consumidor nacional y para nuestros visitante extranjeros. Y en definitiva para el turismo y la economia.

domingo, junio 02, 2013

Si el Padre Piquer levantara la cabeza


Si el Padre Piquer levantara la cabeza, como todo el mundo se daría un coscorrón con la tapa de su ataúd, pero si posteriormente consiguiese salir a darse una vuelta por este Madrid en el que residió buena parte de su vida se llevaría un gran disgusto.

Pero para entender el porqué se daría semejante disgusto antes debemos conocer quien era este hombre. Pues bien el Padre Piquer, a parte de una Avenida del castizo barrio de Carabanchel, fue un sacerdote natural de Valbuena, Teruel.

Probablemente su hecho más destacado fue fundar el Monte de Piedad de Madrid. Empecemos por ver que era un Monte de Piedad. Los Montes de Piedad eran una especie de casa de empeño que vieron la luz en la Italia del renacimiento de mano de la Orden Franciscana. Por aquel entonces los intereses que cobraban los prestamistas eran muy elevados, llegando incluso al 200% en algunas ocasiones. Ante esta situación los franciscanos crean estas pequeñas casas de empeño destinadas a proporcionar liquidez a la población más humilde. El funcionamiento era sencillo, el necesitado depositaba algún tipo de prenda y cambio recibía el dinero que necesitase sin que se le cobrase ningún tipo de interés, una vez que lo devolviese recuperaba el objeto que había dejado como fianza. El sistema era sencillo, era eficaz, no tenía animo de lucro y además respetaba la dignidad del necesitado, que no recibía una simple limosna sino un préstamo el cual además se comprometía a devolver a cambio de recuperar un determinado objeto, de esta manera se favorecía que el prestatario hiciese un uso responsable del dinero prestado. El sistema funcionaba francamente bien y supuso un importante apoyo para las clases necesitadas de Italia.

El Padre Piquer no era franciscano, pero en su trabajo como sacerdote de un convento de monjas franciscanas tuvo oportunidad de conocer los proyecto de dicha Orden. Y con tan genial idea bajo el brazo creó el Monte de Piedad de Madrid, primer monte de piedad de España. La idea fue tan bien acogida en la capital y en la Iglesia española de forma que pronto empezaría a surgir otros Montes de Piedad en el país.

Pero los Montes de Piedad, al crecer, se encontraban con un importante obstáculo. Los costes de administración crecían y cada vez había más gente intentaba lograr prestamos. Mas se agravaba aun la situación en épocas de crisis, tan frecuentes como una sequía o una granizada a destiempo. Esto hizo que un primer momento hubiera que comenzar a cobrar un interés. Pero dado el carácter no lucrativo de estos entes el interés era bajo y no lograba satisfacer del todo las necesidades de financiación de los Montes.

Ante esta necesidad (y casi un siglo y medio después de la fundación de Monte de Piedad de Madrid) el Marques viudo de Pontejos, (otra calle de Madrid, famosas por sus mercerías), Joaquín Vizcaíno, impulso la transformación del Monte de Piedad en Caja de Ahorros. Estas Cajas lo que pretendían era complementar la actividad de los Montes.

Para satisfacer la necesidad de dinero para prestar del Monte, la Caja actuaría desarrollando una actividad financiera también destinada a las clases más humildes. La Caja pretendía recibir depósitos dinerarios de clases humildes, dándoles un pequeño interés obtenido de los prestamos. De esta manera se podía mantener la actividad de prestamista del Monte de Piedad y se incentivaba una cultura del ahorro entre las clases más humildes en un época en que la Banca estaba orientada únicamente a los grandes potentados. Así pues el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Madrid tenía un funcionamiento simple. Recogía dinero de gente humilde a la que le daba un pequeño interés y prestaba dinero a cambio de un pequeño interés y/o una prenda en fianza.

En definitiva era la obra altruista de un humilde sacerdote turolense, posteriormente reformada por un noble ilustrado y filántropo. Y a imagen y semejanza empezaron a crecer en España Montes y Cajas bajo el amparo unas veces de los poderes público y otras bajo el paraguas de ordenes religiosas.

Y si han seguido hasta mi pequeña disertación histórica saben porque el Padre Piquer se llevaría un disgusto. Porque inimaginable ha de ser la sensación de que la obra de tú vida, una obra destinada a hacer la vida más fácil a los pobres se haya terminado convirtiendo en una entidad que no tiene reparos en desahuciar necesitados. En una entidad que no tiene reparos en hacer negocios de dudosa honradez vendiendo acciones preferentes a ancianos desvalidos e ignorantes de lo compraban. Ver que ese ente que debía de prestar dinero a los necesitados haya dilapido el ahorro de millones de honrados trabajadores en prestamos a grandes empresarios como el imputado Diaz Ferran o a usureras inmobiliarias como Martinsa-Fadesa. Ver que esa caja, regida por poderes públicos que debían de asegurar el carácter social de la entidad, renunciara a sus principios de filantropía e interés general en aras de un capitalismo salvaje tiene que doler y mucho al Padre Piquer. Porque ese capitalismo salvaje ni casa con la razón de ser del Monte de Piedad, ni con los deseos del Padre Piquer, ni con el carácter no lucrativo de los entes que la controlaban (Asamblea de Madrid y sindicatos)

Así pues supongo el enorme disgusto que de poder ver esta situación tendría el Padre Piquer, imagino su rabia, su indignación y como probablemente estaría al lado de los desahuciados y los estafados, protestando contra toda la corrupta cohorte que llevó una noble obra la más antagónica y abyecta degeneración moral. Imagino como su espíritu, de vagar por las calles de Madrid estaría, junto con el de Pontejos, al lado de las victimas de semejantes tropelías. Imagino cómo, si existe una justicia universal el Padre Piquer estará sentado en el puesto del fiscal, acusando vehementemente a los que viciaron su obra hasta hacerla irreconocible.

Pero ni el Padre Piquer resucitará, ni  puedo saber si su espíritu se encuentra entre nosotros. Sólo sé, que es una lastima que hoy en día no haya más Padres Piquer ayudando a los necesitados. A pesar de que no son pocos los Piqueres de hoy en día.

viernes, mayo 24, 2013

Me gusta comprar a mi vecino


Hoy les voy a contar un pequeña anécdota. Un anécdota intrascendente y he de reconocer que poco interesante, salvo que exista algún admirador/a secreto que le interese mi día a día.

Hoy por la tarde he salido a dar un paseo. Me gusta pasear, especialmente en está época, con su ligera brisa, el verde reluciente en las hojas de los árboles y esa explosión de color, producida por centenares de flores tanto cultivadas, como esas duras flores silvestres que consigues asomar la cabeza en este mundo de asfalto y hormigón.

El caso es que mientras paseaba, he recordado que hacía ya unos días estaba pensando en adquirir un pequeño cuaderno, de tapa dura, para tomar unos apuntes sobre diversos temas. Así pues, he entrado a una papelería de una famosa cadena y he ojeado la más o menos amplia variedad que tenían, alguno de ellos, debo decirlo bastante caros para ser un simple cuaderno. Pero no me ha convencido lo que había y me he ido. Todo esto sin cruzar una palabra con las dos uniformadas dependientas.

El caso es que he continuado con mi paseo y deambulando por pequeñas callejuelas, por esas por las que difícilmente pasas salvo que tengas que ir a lago en concreto me he topado con una vieja papelería. Una papelería especial para mí. De pequeño mi madre solía comprar allí los libros de texto. Bueno en realidad no era tan pequeñito. Antes los compraba en otra, (Legavel se llamaba) un poco más cerca de casa y regentada por una simpática ancianita. Una de esas papelerías de estanterías repletas de los más diversos objetos, desde compases hasta borradores, pasando por reglas de todo tipo, mapas mudos, plumas etc. Una pequeña tienda oscura, de muebles de madera vieja y mostrador desgastado. Un local de olor a borrador de “nata” y aroma a la madera fresca de lápices afilados. Y como digo una ancianita diligente que conseguía los libros de texto de un día para otro. Y créanme no era tarea fácil, siempre había alguno agotado en el almacén y otras librerías tardaban hasta más de una semana en conseguirlo. Pero la anciana se jubiló y el negocio cerro sus puertas para siempre. Lastima.

Así pues pasé a  ser cliente de la papelería que he encontrado esta tarde. Con los años deje de usar libros de texto, pero aun así me acercaba de vez en cuando. Durante los años de la facultad siempre hacen falta unos folios, un recambio de minas o algo similar. Y aunque solía comprarlo en la papelería de la facultad, por simple comodidad, aun acudía de vez en cuando a esa escondida papelería de barrio, siempre se olvida algo. Además el establecimiento, ligeramente modernizado pero sin perder su esencia de comercio de barrio, hacía recargas a móviles. Pero el fin de mi vida como estudiante y mi paso a contrato en el celular hizo que dejara de pasar por allí.

El caso es que como quería un cuaderno, además de unos recambios de tinta para mi humilde estilográfica[1], he entrado a la tienda. Y el hombre me ha reconocido. Nunca supe su nombre y el probablemente tampoco el mío. Pero se le ha alegrado al cara, y como consecuencia a mi también, y me atendido de la forma más amable posible. Ni que decir tiene que le comprado lo que necesitaba. Y esta pequeña anécdota me ha hecho reafirmarme en mi apoyo al comercio de barrio. Sé que siempre no es posible, que los horarios de la tienda de la esquina muchas veces no son compatibles con infernales horarios de oficina que tenemos hoy en día. Y sé que no siempre se encuentra todo lo que hace falta, el poco espacio, y porqué no decirlo, la falta de público hace que muchas veces solo tengan lo básico. Pero aun así a mi me gusta ir a las tiendas de barrio. Por varios motivos. El primero porque como les digo me gusta pasear, y una calle vacía no invita al paseo. Un barrio, una ciudad, una calle tienen que ser algo vivo. Y para salir a la calle y ver gente tiene que haber comercio. Bares, panaderías, tiendas de ropa y zapaterías en las que parar a ver escaparates, ultramarinos e incluso bazares chinos. No me gustan esas urbanizaciones en las que uno para tomar un café tiene que hacer varios kilómetros en coche (aunque admiro y envidio su paz). El segundo por la cercanía, por la sonrisa del vecino que te reconoce y que te necesita. Sí, te necesita, porque al señor del Mercadona vender al día veinte barras de pan más o menos le da igual, pero a tu vecino el panadero no. Y a ese vecino le necesitas tú, a ese comerciante que te conoce de toda la vida y si se te olvida el dinero o no te alcanza no tiene inconveniente en que le pagues mañana o pasado. Y eso por no hablar del bar, muchas veces segunda casa para algunos. No es igual una cerveza en un cien montaditos o similar que en el bar donde el camarero te conoce de siempre (en tus mejores y “peores” momentos) si es usted asiduo a los bares, me entiende. Y el tercero porque matar al pequeño comercio no sólo es malo para la economía, es matar un tipo de economía. La economía del pequeño comerciante que vive de sí mismo, una economía de gente humilde pero libre, no sujeta a los dictados de empresarios a los que en muchas ocasiones les importa poco o nada la vida de sus empleados. Es matar una economía más justa y digna para el ser humano. La del pequeño propietario que gana su pan con el sudor de su frente. Es matar lo poco que nos queda de comunidad, de conocer al vecino. Es matar la vida de los barrios para sustituirla por migraciones masivas a centros comerciales impersonales y aglomerados de gente.

Así pues, me alegro de que en la gran cadena de papelería no hubiese lo que yo buscaba, y me alegro de haberme reencontrado con mi papelería de siempre. Creo que volveré pronto.


[1] A quien piense que eso de usar pluma es de pijos pretenciosos, le diré que quizá, pero que no es mi caso. A los que nos gusta escribir nos gusta usar bolígrafos de tinta liquida, tipo “pilot” pues se deslizan mejor que los tipo “Bic cristal” (con todos mis respetos a tan útil diseño) El caso es que los bolígrafos “pilot” son caros y cuando se gastan los tiras a la basura. Una pluma la puede conseguir por quince euros o algo menos que es el equivalente al precio de unos diez bolígrafos “pilot”. La diferencia es que cuando el bolígrafo se te gasta lo tiras, con lo que un montón de plástico y metal se va a la basura, la pluma la conservas con lo que es más ecológica. Además como los cartuchos de tinta para pluma son muy baratos (10-15 céntimos) a la larga le sale a uno más económico usar estilográfica.

viernes, mayo 17, 2013

Principes azules 2ª Parte

Y vamos allá con el segundo tomo de principes y princesas azules.


Alemania



Jorge Federico de Prusia
 Sin duda si buscamos príncipes o princesas Alemania es el lugar más adecuado para ello. Y ello se debe a que antes de la unificación alemana la Confederación Germanica estaba integrada por cuatro reinos, doce principados, seis grandes ducados, varios ducados. Si bien la casa que acabo reinando en Alemania fue la de Prusia y aun podemos encontrar a un heredero; Jorge Federico de Prusia. No obstante hay bastante más Príncipes, un caso curioso puede ser el Francisco de Baviera, heredero del trono de Baviera y no sólo eso, sino legitimo heredero de la Casa de Estuardo (paro los jacobitas es Francisco II Rey de Inglaterra, Gales y Escocia) Aunque sin duda el más mediático es el heredero de Hannover, el conocido Ernesto. Pero por caprichos de la historia quiero fijarme en y es que en su día un de sus príncipes estuvo muy cerca de ser Rey de España, tras la caída de Isabel II y la búsqueda de una nueva casa real.

 

Rumania

Miguel I de Rumania
Es curioso pero...¿saben que el Rey de España y el de Rumania podrían haber sido el mismo? Me explico; volviendo a los príncipes alemanes tenemos que fijarnos en el pequeño principado de Hohenzollern-Sigmaringen. Y ¿por qué? Muy sencillo, cuando Isabel II de España es depuesta por la Revolución Gloriosa se busca una nueva casa real que ocupe el trono y si bien se acaba eligiendo a Amadeo I, de la Casa de Saboya uno de los candidatos fue Leopoldo de Hohenzollern. El caso es que cosas de la vida, fallecimientos de parientes y demás, su hijo acabo siendo Rey de Rumania. Y por cierto el trono rumano sigue teniendo aspirante. Y en este caso no un príncipe que no ha llegado a ceñirse la corona. En este caso es todo un “Rey”, Miguel I que ha sido Rey de Rumania durante dos periodos hasta la invasión soviética. Actualmente reside en Rumania como un ciudadano más.


Italia

Amadeo de Saboya V Duque de Aosta
Victor Manuel de Saboya
Sin duda otro de los mejores países para buscar un príncipe azul o es su defecto un duque o similar es Italia. El país fue un crisol de pequeños reinos y estados. Antes de la Unificación italiana el país estaba compuesto por reinos diversos como Parma, Modena, Toscana, el Reino de las Dos Sicilias, Cerdeña, los Estados Pontificios y las Republicas de Génova y de Venecia entre otros. Finalmente es el Rey del Piamonte Víctor Manuel II el que consigue la unificación italiana (en realidad su ministro Cavour, con el apoyo francés y Garibaldi) No obstante la dinastía de Víctor Manuel duró poco en el trono. Su nieto Víctor Manuel III acepto tranquilo el funcionamiento constitucional, pero su actitud fue de aceptar con la misma tranquilidad al dictadura de Mussolini. Terminada la II Guerra Mundial con la consiguiente derrota italiana, Víctor Manuel III intenta salvar la monarquía abdicando en su hijo Humberto II. Peso a ello se convoca en un referéndum, sobre el que aun pesan sospecha de fraude a favor de la causa republicana, el que Italia decide transformarse en la actual República. El actual heredero sería Víctor Manuel de Saboya, personaje polémico que he se ha enfrentado acusaciones de proxenetismo, trafico ilegal de divisas, e incluso homicidio. Este comportamiento y el hecho de que su padre aceptara jurar la constitución republicana hace que muchos monárquicos italianos apoyen como Rey a su primo Amadeo de Saboya el Duque de Aosta. (con quien se lío a bofetadas en la boda de los Príncipes de Asturias)



Rusia

¿Cómo no hacer referencia a Rusia y sus zares? Quien no ha oído hablar de la princesa Anastasia y las leyendas de si escapó con vida o murió fusilada en un sótano y enterrada en la nieve con el resto de su familia? El caso es que hace no mucho se encontró la tumba de la susodicha. Así pues a pesar de que podría haber varios candidatos al trono, la persona que ostenta actualmente el titulo de heredera y de Gran Duquesa de Rusia es María Vladimirovna Romanova-Holstein-Gottorp, nacida en España y dedicada entre otras cosas obras benéficas y promoción de la cultura rusa. Tiene un hijo de 32 años.






miércoles, mayo 08, 2013

Principes Azules 1ª Parte




Las monarquías últimamente están de actualidad. En España por algún escándalo y en la prensa rosa internacional, y no tan rosa, por la coronación de Guillermo Alejandro de los Países Bajo. (al fin y al cabo es un cambio en la titularidad en la Jefatura del Estado de un país de la UE) Y como mi experiencia personal me demuestra que hay mucha gente que busca todavía príncipes y princesas azules con las que compartir su vida, le voy a dedicar un pequeño post a los príncipes. Eso sí los príncipes de los que vamos a tratar aquí puede que traten a sus esposas como reina, pero dudo que lo lleguen a ser nunca o casi nunca. Vamos a dar un pequeño repaso por las familias reales destronadas. Y como el tema es prolijo lo voy a hacer en dos "tomos".



Portugal

Eduardo Pio de Braganza (Duarte II)
Bien si son ustedes españoles probablemente sepan que Portugal y España compartieron reyes desde 1581 hasta 1640. El motivo de esta unión fue sencillo, D Sebastián Rey de Portugal muere en batalla sin descendientes. Ante tan trágico acontecimiento hereda el trono su tío-abuelo el Cardenal Enrique. No obstante la influencia ante el Vaticano de la Monarquía Española evita que obtenga la dispensa papal para abandonar los votos y dar un heredero. A su muerte sin descendencia hay varios candidatos al trono portugués con derecho más bien lejanos. Ante este vacío es Felipe II de España el que hace valer sus derechos mediante la invasión del país vecino y con apoyo de la nobleza portuguesa. Pero en 1640 y aprovechando la debilidad de la monarquía española Portugal consigue la independencia. Por aquel entonces Luisa Francisca de Guzmán, hija de los Duques de Medina Sidonia, descendiente lejana de los reyes de Portugal estaba casada con el Duque de Braganza y también aspirante al trono portugués. Al parecer la influencia de Luisa Francisca fue decisiva para promover la rebelión que entronizaría a su marido como Juan IV como Rey de Portugal. (Al parecer se trataba de un hombre tranquilo, religioso y amante de la música, se le atribuye la autoría del villancico Adeste fideles) Pero la monarquía portuguesa vería su fin en 1910. Por aquel entonces reinaba Manuel II, hombre joven y pacifico y no demasiado aficionado a la política. A pesar de que l movimiento republicano en Portugal era débil (apenas un 9% de los votos en las elecciones de 1908) un grupo de militares republicano se sublevó siendo incapaz el Rey de hacer frente a la sublevación y debiendo exiliarse a Inglaterra. Pero a día de hoy sigue habiendo un "príncipe" portugués o mejor dicho un Duque de Braganza  (el equivalente a nuestro Príncipe de Asturias) se trata de Eduardo Pio de Braganza el cual tiene tres hijos.



Francia

Juan Cristobal Bonaparte
Saber quien es el heredero al trono francés es casi como jugar al Cluedo, y es que la complicada historia de nuestros vecinos del norte, guillotinas incluidas no lo pone nada fácil. No obstante vamos a presentarles a los "príncipes azules" galos. Y es que hay nada menos que tres "Casas" que aspiran al trono. En primer lugar y con menor número de partidarios; los Bonaparte. En este caso en joven llamado Juan Cristóbal Bonaparte, emparentado con diversas familias reales europeas, soltero y al parecer "bien colocado," que diríamos en mi pueblo, en Morgan Stanley. En definitiva un buen partido.

Enrique de Orleans (Enrique VII)
El segundo pertenece a la Casa de Orleans, que subió al trono tras la expulsión del último Borbón que reino en dicho país, Carlos X.  La casa de Orleans siempre fue una de las más importantes de Francia si bien el reinado duró poco, pues las revueltas de 1848 se encargaron de instaurar la II Republica. El actual heredero es Enrique de Orleans, Conde de París. Como príncipe azul quizá esté un poco mayor a sus 80 años, a ello hemos de sumarle que al parecer se encuentran en importante apuros económicos, pues su padre no sólo le impidió trabajar por considerarlo indigno sino que además dilapido toda la fortuna familiar[1].


Luis Alfonso de Borbón (Luis XX)
Y el tercer candidato es, cómo no, perteneciente a la familia Borbón. Y aquí conocer el candidato real es bastante complicado. En principio el trono es reclamado por los descendiente directos de Carlos X, último rey Borbón de Francia. Pero la muerte sin descendencia de Enrique de Artois en 1833 hace que los derechos al trono recaigan en la línea Carlista de los Borbones españoles. No obstante la muerte del último descendiente directo Carlista Alfonso Carlos de Borbón provoca una gran división en Carlismo sobre el legitimo heredero y los partidarios de la Casa de Borbón aceptan como heredero a Alfonso XIII de España en septiembre de 1936, cuando ya estaba exiliado del trono español por la proclamación de la II Republica. En este caso Alfonso XIII tuvo tres hijos varones. El primero, Alfonso, nació enfermo de hemofilia y decidió abdicar para poder casarse con una plebeya. Murió sin descendencia. Así pues los derechos a los tronos español y francés recayeron en Jaime, el segundo hijo, no obstante Alfonso XIII le obligo a abdicar en su hermano Juan, pues consideraba que D. Jaime, sordo de nacimiento no podría ser Rey dada su minusvalia. Si bien más tarde Jaime intento retractarse de su renuncia. Su hijo, Alfonso tuvo posibilidades de acceder al trono de España pues su posición se vio reforzada al contraer matrimonio con la nieta de Franco. No obstante al parecer en la carta de renuncia, al parecer redactada por varios monárquicos españoles, D. Jaime únicamente habla del trono de España, no renunciando al trono francés. De ahí que su nieto Luis Alfonso de Borbón se considere el legitimo heredero de la corona francesa.



Brasil

¿Brasil? Pues sí en efecto puede usted encontrar a todo un príncipe azul a ritmo de samba. Con las Guerras Napoleónicas la familia real portuguesa de traslada a Brasil y toman el título de emperadores. Poco después con la vuelta de los Reyes a Portugal su hijo Pedro, que queda como regente en Brasil. Al retirársele el título de regente por su padre, Pedro en el llamado “grito de Ipiranga” proclama la independencia brasileña. No obstante llegara a ser Rey de Portugal durante un breve espacio de tiempo la dinastía se dividió quedando su hija Maria II como Reina de Portugal y su hijo Pedro II como Emperador de Brasil. Y a día de hoy aun quedan descendientes en concreto hay una disputa entre Luis de Orleáns-Braganza y Pedro Carlos de Orleáns-Braganza.


[1] http://www.elmundo.es/cronica/2002/351/1026113056.html
* Todas las imagenes citados son deWikipedia











lunes, abril 22, 2013

¿Cine o biblioteca? Homenaje a alguna novela


Estimados lectores:

Siento tener que pedirles disculpas. Si bien solía escribir en este blog cada 7 –10 días últimamente lo tengo muy abandonado. Lo siento, pero no está siendo una época fácil en mi vida personal. Ya ven, la gente que escribimos blog también tenemos de eso, no somos frikis aislados del mundo. He tenido varias ideas y los temas reconozco que no escasean, pero he andado falto de fuerzas. Intentare retomar paulatinamente el ritmo y mi habitual independencia para hablar política o sociedad.

Pero hoy permítanme que reiniciemos la actividad con una temática más suave. Como mañana 23 de abril, San Jorge, es el día del libro (Y día Nacional de Castilla) voy a permitirme rendir un pequeño homenaje a algunos libros olvidados. Y no me refiero a grimorios relegados e ignotos, nada tampoco de evangelios apócrifos que duermen en las arenas del desierto. No mencionare nada del prohibido Necronomicón ni de antiguos y venerados códigos como el Fuero Juzgo o las Partidas de Alfonso X. Ni siquiera hablare de La Epopeya de Gilgamesh, primera narración de la historia y por tanto padre y madre de todos los libros.

Mi homenaje es más sencillo, voy a recordar libros y autores cuyas obras han sido eclipsadas por el cine. Maestros del celuloide que han eclipsado al maestro de la pluma que dio vida a la historia. Y como la cabra tira “pal” monte me temo que en este lista pueden estar muy sobre representadas las películas y libros de terror. (en el fondo sí soy un poco friky)

2001 Una Odisea en el Espacio: Sin duda decir este título es pensar en Stanley Kubrick, una magnifica banda sonora y  en un mono lanzando un hueso al aire. Pues bien en realidad esta película está basada en una novela de 1968 titulada “2001: Una Odisea Espacial” y forma parte de una saga denominada Odisea Espacial y completada por los títulos “2010: Odisea Dos,” “2061 Odisea Tres” y  “3001 Odisea Final”. El autor de las mismas ( y coguionista de la película) es nada menos que Arthur C. Clarke, uno de los más importantes autores de ciencia ficción y ganador de varios premios internacionales del género (Nebula, Hugo, Locus) por su novela Cita con Rama. Debemos decir en “descargo” del amigo Kubrick que Clarke se decidió a escribir la novela cuando el cineasta le propuso grabar una película, partiendo de un relato de Clarke titulado “El Centinela”

Pero siguiendo con Kubrick podemos citar varias películas suyas basadas en novelas.

El Resplandor: Sí, una de las más famosas películas de terror de la historia. ¿quien puede olvidar a esas niñas de azul al final del pasillo? Sin duda los corredores de los hoteles pasaron desde entonces a ser sitios poco deseables en la soledad de la noche. Pues bien, esta película se basa en una novela del muy prolífico autor Stephen King, gran maestro del terror actual. (a pesar de la disparidad en la calidad de sus obras, siempre en el humilde juicio de este aficionado). Y lo cierto es que King ha visto en la gran pantalla buena parte de sus obras. De hecho gran parte de su éxito se lo debe al cine. En particular al impulso que le dio Brian de Palma al pasar a la gran pantalla su primera novela “Carrie” la cual había pasado desapercibida, como no podía ser de otro modo en un escritor novel. Casi cuarenta de sus novelas han pasado a la gran pantalla. A la imaginación de Stephen King le debemos películas como Creepshow de George A. Romero, Christine de John Carpenter, Los chicos del Maíz Fritz Kiersch, La Milla Verde y La Niebla de Frank Darabont etc.

Siguiendo con directores consagrados por podemos olvidar al llamado Rey Midas; Steven Spielberg. Y es que alguna de sus más famosas obras están basadas en novelas. Así pues Tiburón se basa en una obra de Peter Benchley o Parque Jurasico en la novela de Michael Crichton,  Memorias de una geisha es una novela de Arthur Golden y la más reciente adaptación de La Guerra de los Mundos una de las más conocidas novelas de H. G. Wells.

Por no alargarnos mucho repasaremos rápidamente otras películas clásicas que le han quitado el protagonismo a la novela. Para mi unos de los casos más notorios es Psicosis de Alfred Hithcock basada en la novela homónima de Robert Bloch uno de los grandes escritores de terror estadounidense, amigo y “discípulo” de Lovecraft. Otro caso especialmente curioso es El Exorcista de William Friedkin y basada en una novela de William Peter Blatty. Y como no citar Entrevista con el Vampiro basada en la novela de Anne Rice.

En El silencio de los Corderos encontramos en realidad la novela de Thomas Harris. Coppola por su parte le debe bastante a Mario Puzo por El Padrino y al clásico Stoker al adaptar su Drácula

Por ir terminando citaremos otras películas de gran y “reciente” éxito de taquilla; asi pues Soy Leyenda se basa en la novela homónima de Richard Matheson, El Perfume de Patrick Süskind, El Diario de Bridget Jones de Helen Fielding, Yo robot, basada en unos relatos de Isaac Asimov y sin duda un larguísimo etc.

Así pues, si hay alguna película de las citadas que todavía no han visto, ríndanle un homenaje a la imaginación del primer creador y acérquense al libro.

lunes, marzo 11, 2013

¿qué pasará con WhasApp? ¿Hay un economista en la sala?


Buenos días de nuevo. Hoy voy a hablarles de una temática a priori un tanto impropia de este blog. Les voy ha hablar del WhatsApp. Si bien de forma tangencial esta aplicación suscito un anterior post http://conelrabomatomoscas.blogspot.com.es/2012/09/has-pagado-la-cuota-mensual-para-ser-mi.html en el que hablábamos de la necesidad de comunicación más creada que natural.

Pero esta vez les quiero hablar de la noticia que ha revolucionado el mundo. La famosa aplicación de mensajería va a ser de pago para móviles con sistema operativo Android (el del monigote verde)

¿Y por qué? Bueno la cosa es sencilla de explicar. WhatsApp no es una ONG ni una aplicación de software libre; es una empresa. Y como toda empresa quiere conseguir beneficios. Y en este ámbito tecnológico hay dos formas básicas de conseguir beneficios:

La primera y ahora “escandalosa” es cobrar al usuario, es decir, al cliente. Bien a pesar de ser las más tradicional las personas no estamos muy a gusto con esto de pagar por usar una red social o por disfrutar de cualquier contenido de internet. Y no es que seamos unos avaros de máxima categoría. Sencillamente esperamos poder usar todo tipo de aplicaciones gratis porque al fin y al cabo ya pagamos una factura de teléfono. Igual pasa con Internet, no es que hayamos nacido con vocación de piratas ni se nos haya reactivado un cromosoma de algún tatarabuelo bucanero. Si por cada contenido que veo en Internet tengo que pagar, ¿para que quiero internet? No sé si me explico, como ya pagamos una factura lo que deseamos es tener ya todo incluido. Preferiríamos pagar una factura más cara que no tener que pagar por cada video que vemos en el que un gato se cae de un sofá.

La segunda forma de conseguir beneficios es mediante la publicidad. La aplicación de que se trate cobra a otras empresas por poner sus anuncios y que tú los veas. Es decir, exactamente igual que la televisión, usted se gasta una fortuna en  proporcionarme entretenimiento gratis (cultura ya es pedir demasiado) y cambio me “trago” cada media hora cinco minutos de publicidad sobre cosas que no me interesan lo más mínimo. (sí hay gente deshonesta que no ve los anuncios y cambia de canal o va al baño)

Pues bien estas son las dos formas de obtener beneficios que usan las modernas aplicaciones de móvil e Internet. (Es curioso, la prensa escrita tradicional te cobra, te pone anuncios y aun así siguen en crisis) Y WhatsApp no usa ninguna de las dos y ha decidido cobrar. ¿Lo conseguirá? Bueno su táctica ha sido muy sencilla y muy inteligente. Les hago que se acostumbren a un servicio muy bueno y una vez que no puedan vivir sin él les cobro una cantidad pequeña, pero que al ser muchos usuarios se convierte en grande.

La pregunta es; ¿funcionara? ¿la gente pagará por usar WhatsApp? Bien preguntemos a un economista, y ahora mismo el que tengo más a mano es un tal Hirschman. Dicho autor de impronunciable nombre teorizó sobre las posibles reacciones de un consumidor la “Salida”, la “Voz” y la “Lealtad” Veamos las tres:

La Voz: El citado economista alemán se refería a la posibilidad que tienen los consumidores de conseguir que una empresa introduzca cambios a fuerza de quejarse. Es decir imaginémonos que todos los clientes de Mc Hamburguesa empiezan a enviar cartas pidiendo que den sobres de salsa barbacoa en lugar de ketchup. Como realmente a la compañía no le supone un gran esfuerzo es probable que lo haga, siempre y cuando el número de clientes que lo soliciten sea suficiente. En el caso que nos ocupa esta salida consistiría en mandar cientos de mensaje por la vía que sea WhatsApp pidiendo que siga siendo gratis. ¿Funcionaria? En este caso lo dudo. Si la aplicación siguiese siendo gratuita la empresa no lograría su objetivo de conseguir beneficio. Salvo, claro está, que ante un aluvión de correos la empresa cediese y se decantase por obtener beneficios vía publicidad. Aunque debo reconocer que dudo que se produzca un aluvión de quejas, por lo menos desde España, somos demasiado catastrofistas como para pensar que podemos cambiar las cosas. Y ¿para que negarlo? Somos más dados a protestar en el bar que a rellenar una instancia.

La Lealtad: Esta es la opción  con la que juega la empresa. El coste es barato y la gente está acostumbrada al WhatsApp. Es la opción más utilizada y esto tiene importantes repercusiones. En este tipo de aplicaciones uno usa la que más usa su circulo social, pues no deja de ser una herramienta de comunicación. Que todo un grupo de amigos y/o familiares decidan cambiar de golpe a otra aplicación es difícil. La gente no suele orquestar ese tipo de decisiones, sencillamente acaban decantándose por las diversas opciones poco a poco en función de las decisiones individuales del resto de individuos de su grupo social. Es decir el que un grupo de amigo use más WhatsApp o Line, Facebook o Tuenti no suele depender de una decisión en común sino que es el resultado de la sinergia de agregar decisiones individuales. Por otro lado está la comodidad de ser una aplicación que ya manejas con soltura, un cambio supone el esfuerzo, pequeño, pero esfuerzo al fin y al cabo, de aprender a utilizar otro programa. ¿Y por que no decirlo? usan unos emoticonos muy monos. Puede parecer una tontería pero esa gran variedad de caritas simplonas son un magnifico sustituto del lenguaje no verbal existente en toda conversación y nos ayudan a trasmitir matices y estados de animo. De hecho la variedad es tal que uno puede hacer chistecillos e incluso jugar a la películas. Frente a ello su principal rival, la japonesa Line, ofrece conejitos y ositos que salvo que seas un apasionado del manga dan bastante grima.

La Salida: Bien ésta es obvia, si no te gusta el producto que ofrece una empresa te haces cliente de la de lado. Así de sencillo. ¿No te gusta el nuevo precio, o el estandar de calidad, o que no te regale bolsa la panadería “A”? Pues te haces cliente de la panadería “B” Y “A” ya se encargará de dar marcha atrás sino quiere quebrar. Claro que para esto hace falta una cosa que no siempre existe; competencia. Es decir a usted le da igual cambiarse quince veces de compañía de móvil o eléctrica, dado que es un oligopolio los servicios y precios son similares. Entonces la pregunta es sencilla; ¿hay competencia a WhatsApp? Pues en este caso sí y bastante. De forma más sui géneris tenemos el Facebook Messenger o el Google Talk (para usuarios de Gmail). Más parecidas a WhatsApp están la conocida Line (100 millones de usuarios) o Forfone. Pero en este caso en el ámbito nacional pisamos fuerte. Una alternativa con posibilidades es Joyn plataforma creada y compartida por Movistar, Vodafone y Orange ( sí Yoiyo y demás se quedan fuera, por eso que decíamos antes de los oligopolios), otra que entra con fuerza (un millón de usuarios que para ser española está muy bien) es Spotbros. A mi juicio la más interesante es la incipiente Chad2Win, aun no disponible para todas los sistemas operativos, pero que tiene la peculiaridad de compartir con el usuario los beneficios que saca de la publicidad que le endosa. (te puedes ganar hasta 25€ al mes, y si nos los quieres los puedes donar a una ONG)

¿Qué pasara? Bueno es difícil de aventurar pero sin ante tal cantidad de competencia hay alguna compañía alternativa de buena calidad y que empiece por el motivo que sea a ganar usuarios la salida habrá triunfado Y WhatsApp sino quiere hundirse deberá de volver a la gratuidad y a empezar a pensar en insertar publicidad.

P.D. No piensen que soy tan “friky” de estudiarme a un economista alemán para averiguar que hará WhatsApp, al señor Hirschman ya le conocía de antes.

sábado, febrero 23, 2013

Oropel de baratijas


El otro día estuve en un bazar chino. No en un mini bazar de barrio, de esos en que puedes encontrar revuelta la lejía con un juguete infantil o unas bragas con aspecto de producir urticaria. No, fui a un macro bazar situado en el polígono industrial.

No me gusta ir a comprar fuera del barrio, prefiero el pequeño comercio, no sólo por solidaridad o ideología sino principalmente porque odio esos barrios en los que para comprar el pan tardas diez minutos en coche. No me gustan los desiertos, me gusta salir a la calle y que haya algo de gente. Y eso lo proporciona el pequeño comercio.

Pero el caso es que me habían hablado maravillas del sitio. Y allí me plante dando un largo paseo. El macro bazar estaba situado en una antigua tienda de muebles. Eran nada menos que mil doscientos metros cuadrados de bazar. Enormes e interminables estanterías de la más diversa quincalla aparecían ante uno cual guerreros de Xian en perfecta formación. Era todo un centro comercial, un gran almacén. Nada de lujos, nada de suelos bruñidos, ni cartelones enormes anunciando ofertas, ni esas fotos tamaño gigante de modelos de sonrisa impecable pasando por los perfectos progenitores de serie estadounidense. Tan solo la desgarbada opulencia de una cantidad ingente de artículos. Opulencia, quizá no de artículos de buena calidad, pero si de artículos inagotables. La riqueza en estado puro, no una riqueza de lujosa, sino una riqueza abundante, la sensación de riqueza que produce el pensar que la escasez es inimaginable. Y allí me puse yo a pasear, a perderme entre pasillos. Muchos de los productos era habituales, pero elevados en cantidad a la enésima potencia. Flores de tela reproducían todos los colores del arco iris en un sinfín de especies. También artículos de supuesto oropel, un pequeño mostrador albergaba pesados relojes de pulsera, de gran aspecto y bajo precio, a su lado un refulgir impresionante brotaba de anillos de oro y brillantes, un refulgir tan impresionante que delataba la propia falsedad del producto a leguas. Pero no sólo eso, artículos por mi nunca vistos en un bazar se encontraban allí; cajas fuertes de todos los tamaños, algunas de la altura de un hombre, jaulas para cualquier clase de pájaro o roedor, cañas de pescar junto a cebos y sedales. Todo lo que uno pudiera desear. Y debo de reconocer que me sentí impresionado ante tamaña abundancia.

Al final compre un pequeño bolso de caballero, mariconera le llaman algunos, permítanme que lo nomine como morral o zurrón, más acorde a nuestra buena lengua castellana. El citado objeto era como todo lo que se hallaba allí de pésima calidad y sabía que duraría poco. Y me asaltó un ligero remordimiento. Estaba comprando basura, basura que era tan barata no sólo por la pobreza del material sino también por la miseria que cobraban los obreros que lo fabricaban. Y me sentí culpable. Me sentí cómplice de un sistema de explotación, de mantener con mi compra un sistema de moderna esclavitud, de perpetuar un sistema internacional de capitalismo salvaje en el que las personas se encuentran al servicio de la economía y no al revés. Y me sentí traidor, traidor hacía tanto obrero español que desea poder ganar un salario justo y que se ve obligado a cerrar su pequeño negocio o quedarse en paro frente a esa rapaz competencia asiática.

Y me pregunté qué hacía allí comprando eso. Y rápido halle la respuesta. No podía permitirme comprar productos de calidad y fabricados por trabajadores con salarios decentes. Mi salario no me lo permitía. Yo también era victima de ese sistema de explotación, ya al igual que el chino de la fabrica era explotado por un sistema que apenas me pagaba para malvivir. Quizá fuese un autoengaño para comprar el producto pero sospecho que no. Los asiáticos han ganado. Han decidido vender barato a costa de explotar a su pueblo, para competir hemos bajado nuestros salario y el resultado ha sido una masa de trabajadores europeos mal pagados, que únicamente pueden permitirse consumir los artículos que produce el obrero chino. Mediante la explotación de los suyos han acabado explotándonos a nosotros. Han creado un mercado global enorme pero con bajo nivel adquisitivo, que sí o sí, gira en torno a su barata industria. Y como colofón una pésima calidad que asegure un consumo regular de productos basura. Y me fui triste, lo que parecía una bonita excursión al mundo de jauja fue una pesadilla a la realidad subyacente a este Matrix que disfraza nuestra realidad de abundancia y de una imaginaria superioridad sobre el resto de parte del sistema, cuando en realidad estamos tan sometidos al sistema como el pobre obrero chino. Quizá seamos la pieza mimada del sistema, pero no dejamos de ser una simple pieza.

sábado, febrero 09, 2013

Forofos de la pólitica.


Llevo tiempo sin escribir en este blog, y ya tocaba. Así que ante todo mis disculpas queridos lectores. El caso es que estaba pensando en hablar “sobre” un tema de mucha actualidad en España. Pero no lo voy a hacer, no sólo por el lógico respeto que todo el mundo merece a su presunción de inocencia, tanto presunto corruptos como presuntos difamadores, sino también porque hay cosas que no merecen ni tan siquiera la pena comentarlas. Pero si quiero comentar una cosa. Y es que a raíz de las últimas noticias sobre presuntas irregularidades financieras la reacción de los grandes partidos y de mucho ciudadano de a pie es el “y tú más”.

Y una vez más la política no ha podido dejar de recordarme al fútbol. No sé si me explico esa “Viva el Betis aun que pierda” Y es que muchas veces en el fútbol vemos como si el jugador del propio equipo comete una falta nos esforzamos en sacara relucir las que comete el equipo rival intentado justificar con un mal comportamiento otro igualmente malo. Y en cierta forma el fútbol se acaba pareciendo mucho a la política.

El que uno sea de un partido u otro depende en buena medida de factores sociológicos. Lo mismo podríamos decir del fútbol. Tú equipo dependerá de los gustos de tu padre y de la ciudad donde hallas nacido. Siempre con las lógicas excepciones. Pero en el fútbol se produce una identificación con el equipo y en política pasa igual. Existe lo que se llama la identificación partidista. Y en ese caso, a juicio de este humilde escritor, pasamos de tener un ciudadano preocupado por la política a un forofo político. A alguien a quien lo que haga el partido al que vota le parecerá siempre bien, o por lo menos más deseable que lo que hace el partido contrario.

Y sinceramente esto no puede ser bueno. No es algo que favorezca el dialogo ni los acuerdos. Y no es que pretenda yo resucitar el eterno debate sobre si los partidos políticos son buenos para la democracia o por el contrario sediciosas facciones que sólo pelean por su interés. A día de hoy estamos en una democracia de partidos, en España y en todo el mundo. Pero quizá fuese bueno quitarnos las orejeras y empezar a mirar la viga en el ojo propio antes que la paja en el ajeno. Sería más útil ser un aficionado responsable que exige lo mejor a sus jugadores que un hincha incondicional que defiende lo indefendible. Entre la lealtad ciega e injustificada un ciudadano responsable ha de usar la voz para cambiar aquello que no le gusta en el seno de su propio equipo o partido. Debe de intentar construir algo de lo que sentirse orgulloso, de demostrar que sus ideas o aficiones son las más limpias, las más nobles en lugar de disimular la propias faltas poniendo la lupa en la mancha ajena.

lunes, enero 21, 2013

Que el traidor sea juzgado!!


El jueves pasado esta viendo con mis padres “Cuéntame”. Para mis lectores extranjeros aclararles que es una serie televisiva que repasa la historia de España a través de la vida de una familia que oscila entre la clase media baja y la media alta con una asombrosa facilidad. Para los lectores españoles ya saben que me refiero a esa seria de ciencia ficción en la que el tiempo histórico transcurre a una velocidad mucho mayor que la vida de sus protagonistas, gracias a la ruptura del continuo espacio tiempo creada por el vórtice de laca que gira en torno al moño de la inmortal Doña Herminia.

Pues lo interesante del caso es que el capítulo en cuestión reproducía los hechos del golpe de estado del 23 de febrero de 1981, en el que un grupo de Guardias Civiles secuestran el Congreso. Al final de capítulo se veían imágenes y extractos de declaraciones de los Diputados secuestrados. Y la verdad no pude dejar de sentir cierta admiración. Esos diputados, en mayor o menos medida habían decidido dedicarse a la política, con el objetivo de llevar nuestro país a la democracia, a sabiendas de que había gente armada a la que no le gustaba eso. No sólo eso, sino que además muchos habían hecho lo que estaba en su mano durante la dictadura para conseguir un cambio político, gente que desde la clandestinidad maquinaba, con dispar eficacia, como cambiar un régimen dictatorial.

Y pensé ¡que diferencia con los políticos de ahora! La política a dejado de ser para mucho políticos una actividad dedicada a construir un mundo mejor, cada uno desde sus ideas sobre que es un mundo mejor, para convertirse en una mera profesión lucrativa. Ya Max Weber en su obra El político y el científico allá por 1918, decía que había dos tipos de políticos; los que viven para la política y los que deciden vivir de la política. Y sinceramente puedo admirar a los primeros, son un ejemplo de honestidad, valentía y compromiso, los segundos no son sino manojos de ruindad, mezquindad y rapiña. La nobleza frente a la vileza.

Y desee que en mi país hubiera muchos de los primeros y topos de los segundos. En teoría estamos en una democracia y podríamos dar nuestro voto únicamente a la gente honrada. Pero no nos engañemos, ni los ciudadanos tenemos tiempo para estudiar la vida de cada candidato, ni es fácil escapar al engaños, del que con piel de cordero pretende medrar a costa del rebaño. No es fácil tampoco para esos políticos honestos, que para subir en las listas, en la jerarquía del partido, hasta ser diputados, o alcaldes o ministros, sólo les queda la vil servidumbre. Servidumbre frente a la cual no son pocos los que se revelan, los que teniendo vocación y ganas de hacer un mundo mejor, huyen espantados del dantesco y miserable panorama de la política interna de los partidos. De ese vasallaje abyecto del que busca un buen árbol a cuya sombra cobijarse y medrar.

Pero si no es fácil incluir a los nobles, quizá si lo seria deshacerse de los innobles. Todo aquel que sólo busca el beneficio personal, poco esta dispuesto a arriesgar. El dinero es un ideal bajo y es posible conseguirlo de mucho modos. Por tanto si queremos que nuestros políticos sean gente de valores, reduzcamos la recompensa para espantar al que solo desee medrar. Y no digo bajar sueldos, ni hacerlos tan bajos que sólo el rico pueda dedicarse a la política. No, un Representante del Pueblo merece una vida digna. Elevemos pues el precio a pagar para ser Representante. Los griegos y romanos, los pueblos más sabios para el gobierno no dudaron en cubrir de honores a sus sabios gobernantes, pero tampoco en castigar con las más severas a quien se aprovechaba del cargo en su beneficio.

Por aquel que roba a erario público, merece mucho mayor castigo que el que roba a un particular, pues no roba a uno sino a todos. Porque aquel que usa lo público para su beneficio, perjudicando al pueblo que le ha elegido, no sólo es corrupto, sino que ha traicionado el bien general en aras del particular y como traidor debe ser juzgado.

Y así temiendo el peligro, temiendo las más severas de las penas, no sólo para el que traiciona, sino también para el que instiga la traición, todos aquellos miserable que únicamente buscan su beneficio huirán hacia oficios más seguros. No harán de la política su profesión, ni intentaran enriquecerse a costa del pueblo. Y sólo aquellos honrados, con ideales dedicaran su tiempo a la política, a conseguir un mundo mejor, espoleados por la altura de sus ideales y por la inquebrantable honradez del que no busca su bien sino el de sus semejantes. Con la honradez y serenidad del que obra por amor, por amor a su patria y a sus convecinos.

martes, enero 15, 2013

España necesita un libro de instrucciones


Hace unas semanas me compre un móvil nuevo, de esos táctiles, ya tocaba. Y la verdad eche una cosa de menos; el libro de instrucciones.
Supongo que el fabricante pensó que en un país como España en el que hay más teléfonos moviles que habitantes uno debe de saber usar esos cacharros por ciencias infusa. Algo así como si un par de calcetines tuviese manual de instrucciones. Pero seamos sinceros, un móvil es más complicado de usar que un calcetín y un calcetín no se distingue tanto de un preservativo, y éste trae instrucciones. Aunque debo reconocer que en algo tendría razón el fabricante; un español nunca lee un libro de instrucciones. No es que la lavadora nos la vendan rota o al mueble de la tienda sueca (ya saben a cual me refiero, pero no les voy a hacer publicidad gratis) le falten tornillos. Es sencillamente que después de décadas en la que el libro de instrucciones solo venía en japonés e ingles, los españoles sólo echamos mano del libro de instrucciones cuando hecho “jodido” el cacharro de turno.

Pero ya ven, llámenme excéntrico, yo soy de los que leen los libros de instrucciones (más o menos). Y al igual que eché de menos las instrucciones del movil echo de menos las instrucciones de otra cosa, que a pesar de que la usamos- sufrimos todos los días la mayor parte no tiene mucha idea de cómo funciona. Sí, me refiero al Estado.

Y es que cuando uno cumple los dieciocho años antes de dejarle votar deberían de darle un libro de instrucciones de cómo funciona el país. ( y si me apuran hacerle examen). Y es que como los españoles no tenemos ni idea de cómo funciona España siempre acabamos culpando de todo al Presidente del Gobierno, que para eso se supone que manda. Algo así como el fútbol, la culpa de que el equipo vaya mal siempre es del entrenador.

Y es normal que no tengamos ni idea de cómo funciona el país. Para las personas mayores, nacidas y criadas en un Estado fuertemente centralista, esto de las autonomías y las competencias es poco menos que chino mandarin. Y para los nacidos en un estado autonómico tampoco es fácil. Y no es fácil no sólo porque nadie nos lo haya explicado muy bien, sino porque cada día cambian las competencias. Es decir, uno antes se quedaba en paro e iba al INEM y le solucionaban todo. Ahora te quedas en paro y vas a la antigua sede del INEM que ahora no es el INEM, porque pasó a llamarse SPEE y ahora SEPE. Pero una vez estas en el edicifio del SEPE primero vas a la planta donde este servicio publico de empleo de tu comunidad autónoma, que obviamente tiene tantos nombres como autonomías (como para andar mudándose) y allí te dan la tarjetita del paro, hacen como que te buscan trabajo y si tienes suerte te endosan un curso. Y luego te vas al SEPE y arreglar los papeles para cobrar. O sea que sin salir del edificio resulta que has hablado con dos administraciones públicas diferentes y tú sin enterarte. Vamos que es un lío en constante cambio de siglas y competencias. Lo que antes lo gestionaba el Estado ahora puede que lo gestione la autonomía, o una empresa pública o por delegación el Ayuntamiento o incluso la Diputación Provincial.

Vamos que es muy fácil, y el ciudadano no sabe quien hace nada ni a quien tiene que reclamar. Y por tanto las culpas se las lleva siempre el Presidente o Ministro de turno. Y esto las autonomías lo sabes muy bien. Cuando las cosas van bien ahí esta el Presidente autonómico sacando pecho y haciendo se la foto el octava inauguración de la misma obra. Ahora cuando las cosas van mal la culpa es del gobierno, o porque no da bastante s fonodos o porque tiene las competencias agarradas y no las suelta. ¿Quieren un ejemplo? Vean Cataluña, cada vez que pasa algo bueno es porque las competencias son suyas, cuando va mal o el estado tiene la culpa. Y hombre no es que el estado central haga todo bien, pero la Generalitat tampoco es perfecta, por ejemplificar esto. Cercanías en Cataluña lo gestiona la Generalitat y no va demasiado bien, en Madrid lo gestiona el Estado y funcionan francamente bien y tienen unas instalaciones y unos trenes más que aceptables.

Otros que pagan el pato a menudo son los alcaldes. ¿por qué? Bueno están cerca y alguien tiene que llevarse las culpas. Y como antes no había autonomías pues se da por hecho que lo que no compete al gobierno compete al alcalde. Y a veces es así a su pesar. Una de las cosas de las que no se habla muy a menudo es la falta de financiación de los ayuntamientos. Es la administración que menos dinero recibe y tiene que proveer de servicios público muy necesarios y muy caros. (sí recoger la basura y deshacerse de ella no es gratis, y si su recibo de la luz le da miedo imagínese el del ayuntamiento, con todas las farolas que puede haber en su ciudad).

Y no sólo eso, como el alcalde “se come todos los marrones” a veces el ayuntamiento presta servicios que debería prestar la comunidad autónoma tales como guarderías o residencias de ancianos etc y eso hay que pagarlo con unos ingresos minúsculos. ¿Y piensa que no es un problema que el ayuntamiento tenga que gastar mucho con pocos ingresos? Pues lo es, y es que el hecho de que los ayuntamientos no tengan dinero es responsable en parte (y sólo en parte) de  los pelotazos inmobiliarios, los atropellos ecológicos etc de la llamada burbuja inmobiliaria. Los ayuntamientos tenían que dar un montón de servicios que no pueden pagar y de repente aparece la gallina de los huevos de oro; las licencias de obras. Con lo que le saco al constructor de turno pago el arreglo de una acera o pinto un colegio o si sobra dinero me construyo un edificio disfuncional de un arquitecto famoso a mayor gloria del alcalde. Y ahí vino el problema de la mala gestión, me hago un cachivache de Cala**** o de quien sea en Villaburros de Arriba, pujante y ficticia localidad de 500 personas, y ya lo pagare con el dinero de las licencias de obras de los próximos veinte años. Algo así como comprar un Ferrari a plazos con el dinero que dentro de siete años vas a ganar en la lotería. Lo malo es que no tocó la lotería.

Y lo peor no es que no tocase la lotería, es que como no tenemos libros de instrucciones no sabemos a quien reclamar. Al final al maestro armero.

lunes, enero 07, 2013

Como diria Gerard Depardieu ¡viva Rusia!


Debo decir que estoy no solamente sorprendido sino también indignado con el hecho de que el señor Gerard Depardieu sea ciudadano ruso. Lo que me indigna obviamente, no es que quiera ser ruso. Tampoco me indigna el hecho de que quiera pagar menos impuestos, me parece algo normal, y si bien creo que es una actitud profundamente insolidaria por su parte, tanto para el esto de conciudadanos, como hacía su país, también puedo entender que un gravamen del 75% como proponía el Presidente Sr Hollande es excesivo en un país, al fin y al cabo, capitalista.

Lo que indigna es la facilidad con la que el Sr. Depardieu consigue la nacionalidad. Seguro que un emigrante pobre no tiene la más mínima posibilidad, en cambio este señor elige pasaporte al mejor postor. Sí, estamos en un sistema en el que el dinero es más volátil que nunca. Con solamente pulsar una par de teclas en el ordenador uno puede mandar una fortuna a miles de kilómetros de distancia. Por supuesto a un paraíso fiscal donde no sólo no tributara prácticamente nada sino que además nadie se interesara por el origen del dinero. Se dinero blanco o negro, no somos racistas con el dinero.

Y esta facilidad hace que los estado compitan por mantener el dinero de los multimillonarios depositados en sus países. Hay una especie de guerra por bajar impuestos para millonarios y grandes empresas, el caso arquetípico el de la rescatada Irlanda, país que creció a velocidad de vértigo gracias a ser la puerta de entrada al mercado de la UE, en la que menos pagabas por entrara, y es que su impuesto de sociedades era el más bajo de toda la unión. Lastima que todo lo que suba, baje. España no se queda atrás. El escandaloso y repetido caso de las SICAV es de sobra conocido. Son una especie de fondos de capital cuyos beneficios tributan al 1%. ¿Quiere montarse una? Es muy sencillo sólo necesita a noventa y nueva personas más y juntar entre todas 2.400.000 €. O dicho de otro modo necesita usted 2.400.000 € y noventa y nueve pobres que añadan la firma y algo de calderilla.

En definitiva, en este mundo de capitalismo financiero globalizado vivimos una especie de constante puja por que las fortunas se queden en suelo patrio. Y en la puja vale todo, bajar impuestos, amnistías fiscales, ofrecer la nacionalidad rusa o en España el permiso de residencia si te compras una casa de clase media. Los estados se bajan los pantalones de forma descarada ante el capital.

Sé que no es algo fácil evitar la salida de capitales, como digo solo hay que teclear medio minuto en el ordenador y mandar millones a una isla del pacifico, o a sitios tan raros y tan lejos de Europa como Andorra, Suiza o Gibraltar. Está claro que no podemos llenar las fronteras de Robin Hood registrando los cofres de los carruajes en busca de monedas de oro. Y aunque pudiéramos conseguiríamos poco. (que algo conseguiríamos, no habrá cofres de oro, pero el maletín de billetes no es una mera leyenda urbana).

Y lo peor es que no es nuevo, desde esa antigua Roma de patricios, hasta hoy en día los ricos han tenido la capacidad de instrumentalizar el Estado. Desde controlando órganos legislativos hasta comprando amnistías fiscales a golpe de chequera, o mejor dicho comprando un título nobiliario a golpe de buenos reales de vellón. Y aunque fastidie es casi inevitable, el dinero es poder. Y es un poder suficientemente grande para controlar al estado. O era así hasta hace poco, para evitar que el estado se corrompa en beneficio del rico se invento una cosa llamada democracia, por la cual el poder pertenecía al pueblo, a un pueblo que por su sólo número era imposible de corromper. Quizá algo esté fallando en el mecanismo.